Tus abrazos
Y nos abrazamos como si nunca fuéramos a separarnos, esos cálidos brazos que me arrullaban mientras te decía que eres mi loco favorito, que no he gozado de tanta locura como lo he hecho contigo. Ese beso en la mejilla que me demostraba más que un buenas noches, no quería que de mi rostro tus labios se separaran, y es que ¿Cómo un simple beso puede ser tan afectuoso?, tan lleno de eso que llaman sentimiento. Mientras preparabas café me dijiste que contigo he aprendido muchas cosas, a reírme por ejemplo, y tienes toda la razón, es que aunque la tristeza invada mi alma, con una sola palabra me puedes sacar una sonrisa, aunque mis ojos estén mojados, tienes la gracia de hacerlos revivir con tu carisma. Dime cómo alguien no puede enamorarse de tu sonrisa, si irradia inspiración para pensar bonito, yo sigo enamorada de tus manos, de esas suaves que poseen las uñas más bonitas que sólo Dios te pudo haber regalado. Esos ojos tiernos que con una mirada es imposible decirle un no a una