Si supieras cuánto extraño ese momento, en el que nos miramos a la cara y nos decimos tantas cosas. Ese silencio acompañado de suspiros que es capaz de demostrar tanto sin decir una palabra. Extraño tanto de ti... De nosotros.
¿Existe un pueblo gris? Pues no, entonces lo inventaré en mi mente, en mi cama, con mi móvil, un lugar donde descansar del resto de la gente que la luna sea el centro y esté siempre presente donde haya un cielo para dos o cuatro que pueda llamar de vez en cuando al sol, donde tenga una biblioteca gigante y de tu compañía nunca me canse, donde pueda saborear el café real tener dos perros y ellos se saquen a pasear, donde podamos ser nosotros mismos sin temor a la sociedad. ¿Ya ves?, el gris es perfecto.
Hoy te he encontrado en mis recuerdos, parecías tan real, que acaricié mis manos pensando que eran las tuyas, duele no tenerte y a la vez sentirte tan cerca, tan mío, tan poco prohibido. Veo tu imagen en mi memoria y suspiro lentamente para que no te vayas, para que se mantenga tu radiante rostro grabado y así tener un pedacito de ti. Fuiste y serás, eso que no se cuenta, el amor de contrabando que terminas amando hasta la muerte. Eres un recuerdo, eres para siempre.
Cuando me siento impotente me dan ganas de llorar, eso me ha pasado esta mañana. Se ha cerrado una de las puertas de mi trabajo y por más que intenté abrirla no lo he conseguido. Todavía sigo buscando la explicación a este suceso, quizá la humedad causó que la cerradura se estropeara porque la puerta no tiene ningún tipo de seguro. Esta misma tarde se me han quedado las llaves de casa, no me suele pasar porque soy muy cuidadosa y mantengo todo en el mismo sitio, pero vuelvo y digo ¡Solo a mí me pasan estas cosas! Antes de ayer me siguieron 7 brujos en mi cuenta de Instagram, después de revisar sus perfiles los he bloqueado, ahora no sé si ellos me están bloqueando las puertas a mí como castigo. En fin, sigo nerviosa y solo pido que Dios me acompañe el resto del día y para siempre.
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