Ingrid Centeno

Con tinta de mi corazón hoy escribo para ti, para algunos, simples letras serán, para otros, un vacío llenará.   Te quiero con luz de luna, con esa misma ternura al verme, con las sonrisas cautivadoras hacia un cielo estrellado. Te echo de menos en invierno y en verano, en tiempo de pétalos y árboles deshojados, mientras camino sintiendo olores embriagados.   Te necesito como el mar al agua y viceversa, recorriendo espacios cubiertos de arena, saboreando cuerpos. Te deseo como a mi café de cada mañana que me despierta y a la vez me brinda calma, como ese rayo de sol en una tarde gris, como tus palabras en un silencio infernal.

A las mujeres les llaman así la mayoría de las veces, pero ¿Existe alguien que las entienda? De ello muchas veces tienen la culpa, aunque recalco, no todas son iguales. Algunas de dulces miradas, pero con corazón de hielo y otras con duro semblante, pero con dulzura en el alma. Me he preguntado ¿Por qué las critican tanto? Tuve unas cuantas conclusiones... Les encanta que todos los hombres se refieran a ellas con palabras bonitas, sin embargo, hablan mal unas de otras. Les gusta que el chico que va al lado de su novia las voltee a ver, pero gritan de coraje cuando su novio mira de pasada a otra chica. Les emociona recibir rosas de regalo ¿Y ellas qué regalan? Suelen ser felices cuando los demás hacen lo que quieren y solo el orgullo les gana. Y es que las mujeres inspiran a los hombres a hacer las más grandes obras, pero ellas mismas impiden que ellos las hagan.

No se debe luchar contra la corriente. Ya tienes a alguien que te entregó su amor ¿Por qué buscar entre las estrellas? Tienes allí, a un lucero que ilumina tu vida y no te das cuenta ¿Por qué le prometes amor? Si a la menor oportunidad, eso mismo le ofreces a otra ¿Por qué la llamas princesa? Si a las demás se lo dices aún más bonito ¿Por qué la deseas? Piensas que muchas tienen el cuerpo más esbelto ¿Por qué le mandas mensajes de amor? Si lo copias los textos de internet cuando tienes tiempo ¿Por qué la celas? Si a ti te encanta disfrutar con tus “amigas” ¿Por qué la llevas a tu casa a pasar tiempo con tu familia? Si en tus planes ya no está ser feliz con ella ¿Por qué la agredes con tus palabras groseras? Si cuando te regala una sonrisa, le dices que no puedes vivir sin ella ¿Por qué criticas su forma de ser? Si ya no te gusta, solo díselo y no la ilusiones ¿Por qué la tienes como amiga en tus redes? Si tienes varias ventanas de chat abiertas y ninguna es de ella ¿Por q

Volveremos a juntarnos después de la cuarentena,  volveremos a tomar el sol tirados en la arena,  volveremos a jugar voleibol  con los peques o desconocidos, volveremos a disfrutar del verano  y no nos importarán los chillidos, volveremos a visitarnos  aunque viajemos de un país lejano, volveremos a envolvernos en las olas  y ya no habrá restricciones para besarnos,  volveremos a sentir las caricias del mar  pues ya extrañamos hasta su sal, volveremos apreciando a los animales porque nos han dado lecciones al final, volveremos a ser libres,  aunque abracemos cada día nuestras cicatrices.

Hoy, tus caricias las convierto en poesía, tus besos suelo disolverlos en el café que tomo todos los días, tu mirada se refleja en la luz del sol que saluda por mi ventana cuando aún no salgo de la cama, tus abrazos ¡Por Dios, esos abrazos! los llevo dentro y fuera de mí, como la luna tierna que de vez en cuando se vuelve llena. Ves, siempre estarás aquí.

Me quedaré esperando a que todo vuelva a ser como antes, o quizás ya nada vuelva a ser igual. En el transcurso muchas personas se irán, algunas para no volver jamás, pero acá estaré encerrada en cuatro paredes donde difícilmente se puede respirar, sabe a nostalgia y en mi cama, los libros ya no caben más, he leído cada línea y no es suficiente para inspirarme a escribir yo misma, se me va el aliento y las ganas de veros se vuelven más fuerte. Me prohíben la salida, dizque por precaución, pero no saben que lo más triste es la desolación. Los abrazos ya se echan menos y los besos ni los mencionamos. Intentando buscar refugio, he encontrado que la luna ya no se cuela por mi ventana y ella también tiene miedo de ser olvidada, hoy alumbra del otro lado, donde mis ojos no la alcanzan, pero me basta saber que a alguien le brinda consuelo, porque hoy todos somos uno, así lo siento.