Me he enamorado de mi novio.
Ese chico que dice no estar enamorado de mí, pero que al empezar el día me llama para preguntarme si he dormido bien y cuando dormimos juntos, sus buenos días me los da con abrazos fuertes y agradeciendo a Dios por haber amanecido a mi lado. El que recoge mi ropa de la cuerda cuando estoy indispuesta o hace la cama, aún con sus manías perfeccionistas. Él, quien prepara la merienda y la lleva a mi trabajo sin preguntarme, o me espera a la salida con una sonrisa, aunque esté muy cansado. El que hace malabares con el tiempo para poder verme, quien cuida de mí y me dice que se volvería loco si me pasara algo malo. El que se entrega con el alma cada vez que hacemos el amor y me demuestra la pasión de la que están hechas sus venas cuando me regala maravillosos orgasmos. El que me recuerda a cada momento lo mucho que me quiere, manifestando su cariño cuando vamos por la calle y de repente besa mis manos. Y podría seguir mencionando sus detalles, pero me detengo a pensar si hice bien al enamor