¡Abuelita!

Has estado ahí cuando más te he necesitado, siempre me has cuidado de todo peligro, perdóname si alguna vez te he faltado el respeto pero como sabes soy ser humano y a veces el enojo no contengo. Recuerdo cuando pequeñita, me enfermé y llorabas conmigo porque no me sanaba, es por ello que te adoro con el alma.
No me imagino una vida sin ti, aunque me regañes mucho o todas las travesuras que haga te animen a gritar más, te llevo en el corazón. Has dedicado muchos años de tu vida para cuidarme, realmente no tengo como pagarte. En la etapa de adolescente sufrí mucho a tu lado, a veces no quiero ni recordarlo. Me celaste mucho, no confiabas en mí y hasta llegaste al punto de no dejarme salir; ahora no estoy tan grande que digamos, pero entiendo porque lo hiciste, me has enseñado a ser una persona de bien, una inventora de deseos y constructora de sueños.
Te agradezco por no haberme abandonado, por ayudarme a crecer, por apoyarme en mis decisiones, por contar contigo cuando he necesitado consuelo, gracias por ser mi amiga fiel, gracias abuelita por existir. 

Comentarios

Entradas populares de este blog

Gris en mi mente

Sucesos

La luna en Madrid. 🌙