¡Hermanito!

¡Hermanito! Eres una de las grandes luces que ilumina mi vida. Sé que muchas veces peleamos, pero tú bien sabes que te amo; el día en que naciste no lo recuerdo, estoy segura que Dios bendijo a mi madrecita para que te trajera al mundo. Eres para mí un orgullo y soy muy feliz al tenerte, eres de las personitas fáciles de quererte.

Eres divertido, con tus locuras es difícil aburrirme, a veces muy sensible, pero tienes a muchos que te consienten, en un día nublado eres quien enciende la vida de cada uno de los que te rodeamos, no te gusta el colegio, pero al menos te diviertes cuando le inventas a todos que eres un genio.

Cuando te pasan cosas malas me pongo muy triste, ver esos ojitos con lágrimas me hiere el corazón, no me gusta aconsejarte porque nunca entiendes de razón. Tus malacrianzas me molestan, pero tus disculpas borran todo de mi memoria, y es que contigo no puedo enojarme hermanito bello pues en mi corazón tienes uno de los mejores espacios.

 ¡Te adoro con el corazón Lito!