Gotita de agua salada

Por qué la tristeza tiene que existir, no sé si las lágrimas que derramo por ti son reales o simplemente gotitas de agua salada que ya están acostumbradas a salir de mis ojos, cada vez que te miro es una de ellas que recorre mi mejilla, antes si estaba segura que eran lágrimas llenas de felicidad y amor porque era una niña. Lloraba cuando a mi muñeca mamá la escondía para que pudiera comer, cuando se me caía el sorbete, pero igual  pedía más y se me era concedido, cuando me regañaban por ensuciarme el vestido o tomar las pinturas de mamá y pintarme la cara como payasita.

Es bueno crecer, eso me dijeron al iniciar la secundaria, a lo mejor tenían mucha razón, yo me ilusioné y quería ser más grande cada día; pero no me dijeron que sentir tristeza y soledad era parte de ese crecimiento.  Si hubiese sabido no me habría empeñado en quererme sentir mujer, una mujer llena de melancolía, aquí y ahora derramo una gotita de agua salada, recordando mi niñez a la que no puedo volver.